Vivo en los recuerdos perdidos de la persona que alguna vez fue mi universo; en las palabras mudas de la boca que mil cosas dijo y yo no he comprendido. Respiro el oxígeno del aire que no existe, y observo con los ojos de alguien que es incapaz de ver.
Sonrío con los labios de un recién nacido; y mi corazón late con la sangre que no corre en mi cuerpo. Soy incapaz de moverme, de tocar, de sentir... Yo ya no pertenezco a este mundo: estoy muerta.
Acaricio sin tocar el cristal de la ventana, y lloro las gotas que caen del cielo, allí afuera, en el jardín. No puedo volver el tiempo atrás; no quiero hacerlo. Mi alma debe descansar en un lugar lleno de olvido, de silencio...
Déjame escapar. Este mundo está marchito y muerto; es incapaz de sobrevivir al futuro que yo no he creado pero que alguien escribió con tinta de su propia sangre en el libro de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario